En estado de culpa solo puedes guardar silencio, pierdes la libertad, no puedes revirar, o hacer lo que piensas, solo haces lo que te ordenan, el temor se ha apoderado de ti.
Un joven quebró un vaso por error, en ese momento llega la madre, lo observa y le crea el estado de culpa. Él solo puede decir lo siento.
La madre lo regaña eufóricamente y lo pone a barrer y recoger los vidrios.
Él pierde su libertad y se somete a las órdenes, en estado de culpa no se puede pensar, solo hacer lo que te dicen.
El entorno vive creando ambientes de culpa o temores, en los cuales no quisiéramos sentirnos culpables de algo, temerosos solo hacemos lo que nos dicen.
El joven viendo televisión con su padre, ambos escuchan que se quiebra un vaso, el joven le dice a su padre que quien lo quebró fue su madre. El padre sorprendido le pregunta cómo lo sabe, él responde "porque no gritó".
Al no tener a quien culpar somos conscientes de nuestros errores y solo nos queda remediarlos, pero somos libres, nadie nos dice qué hacer o cómo hacerlo, cometimos un error pero no somos el error.
No podemos sentirnos culpables por los errores cometidos, solo podemos aprender de ellos para no volverlos a cometer, esa es nuestra libertad de aprendizaje, en estado de culpa solo podemos concentrarnos en el error esperando que alguien más nos de la solución.
La verdadera solución llega cuando ponemos toda nuestra creatividad para enfrentar los problemas con innovación, esa es nuestra libertad.
Las verdaderas transformaciones han surgido de aquellos que se atrevieron a pensar diferente, aquellos libres de pensamiento y obra.
"Un emprendedor es libre cuando asume con responsabilidad las decisiones y acciones que toma para solucionar los problemas de sí mismo y de su entorno."
Dr. Ricardo Pazrosero González
Ser un Emprendedor es despertar, apagar el piloto automático que todos
por momentos tenemos encendido y decidirnos a realizar nuestros sueños.